miércoles, 4 de marzo de 2015

Navegante de la Eternidad: ¿Universos Paralelos?




"El Navegante de la Eternidad" se desarrolla en un universo paralelo, en el que una misteriosa entidad toma conciencia de su existencia en infinidad de mundos. Dicha entidad, conocida como el Navegante, es una especie de "holandés errante" del multiverso.

La mayor parte de la novela discurre en un mundo alternativo, en el que la humanidad parece tener las mismas virtudes y debilidades que en el nuestro, y en que el Navegante termina por alterar completamente el devenir de la Historia.

Pero independientemente de que sea posible viajar entre diferentes universos. ¿Existen estos universos paralelos?

¿Podría existir un mundo como el descrito en el Navegante, con las mismas ciudades y habitantes?


Universo paralelo

¿Tenemos dobles en esos universos? ¿Hay infinitas copias de cada uno de nosotros viviendo todas las ramificaciones posibles de nuestras vidas?

Tal vez todo esto no sea tan descabellado como parece en un principio. Aunque nos movemos en el terreno de las hipótesis y de la especulación, existen observaciones e indicios que apoyan la idea de los múltiples mundos.

Según algunos físicos podría haber hasta cuatro tipos de universos paralelos, en cada uno se dichos tipos o niveles se darían infinitos universos en los que todas las historias posibles se repetirían una y otra vez:

Universos paralelos de nivel 1

Se trata de una mera cuestión estadística: Si nuestro universo es infinito en sus tres dimensiones, en un determinado espacio la materia solo podrá adoptar un número de configuraciones limitado.

Como ejemplo, imaginemos un miniuniverso de dos dimensiones en el que caben 4 partículas:

Microuniverso paralelo bidimensional

Las posibles posiciones en las que pueden estar serían 24=16, vamos, que solo habría 16 configuraciones posibles para las partículas de dicho microuniverso:


Multiverso bidimensional

Si el espacio en el que situamos estas partículas es infinito, se repetirían las mismas 16 combinaciones sin más remedio.
 
Ahora apliquemos el mismo razonamiento a nuestro universo observable (con un radio de unos 13.800 millones de años luz), donde caben unas 10118 partículas subatómicas. Las posibilidades serían 2 elevado a 10118, un valor inconcebiblemente grande, monstruoso, pero finito al fin y al cabo. Esto implica que en un espacio infinito, si pudiéramos viajar lo suficientemente lejos, se empezarían a repetir una y otra vez los mismos mundos, con las mismas historias, algunas idénticas, otras diferentes en pequeños detalles, otras radicalmente distintas... En fin, todo lo que sea posible mientras no se contradigan las leyes naturales del universo.

Una de las implicaciones de esto es que todo lo que ocurre, ocurrió u ocurrirá en nuestro mundo está sucediendo en este momento en infinidad de partes de nuestro universo tridimensional. Pero no solo lo que ocurre, ha ocurrido u ocurrirá, sino todo lo que hubiera sido posible en el pasado o será posible en el futuro. Solo tratar de imaginarlo da vértigo, ¿verdad?

Universos paralelos de nivel 2

Se trataría de infinitos universos (cada uno de ellos con su propio multiverso de nivel 1), flotando en un hiperespacio donde pueden chocar y originar nuevos universos.

Multiverso

La diferencia con el multiverso de nivel 1 radica en que en este tipo de multiverso se daría mucha más diversidad, ya que en cada universo podría haber diferente número de dimensiones, así como constantes cosmológicas distintas, originando mundos donde la materia sería algo diferente, e incluso donde esta no podría llegar a existir.

Universos paralelos de nivel 3

Se trata de una consecuencia del principio de superposición cuántica, que sostiene que cualquier sistema físico existe en todos sus posibles estados, hasta el momento en que aparece un observador.

La mecánica cuántica describe al universo en base a un objeto matemático llamado función de onda. El problema es que muchas funciones de onda corresponden con estados superpuestos (sobre esto trataba el famoso experimento mental del gato de Schrödinger, que estaba vivo y muerto al mismo tiempo). Para evitar esta extraña paradoja se dijo que la función de onda "colapsaba" en el momento en el que había un observador.
Gato de Schrödinger

Pero hay una interpretación de la función de onda (la llamada interpretación de los muchos mundos, concebida por Everett en 1957) que dice que no se produce dicho colapso, sino que los distintos estados de la función coexisten en diferentes realidades. En esta interpretación de la mecánica cuántica todas las posibilidades coexisten en realidades alternativas. Se trata de universos que están aquí mismo, pero que no podemos percibir.

En este caso se repetirían las mismas historias que en el multiverso de nivel 1, pero en lugar de ocurrir en distintos puntos del espacio-tiempo y separadas por inmensidades de años luz de distancia, sucederían superpuestas en el mismo espacio, pero en realidades diferentes.

Universos paralelos de nivel 4

¿Podría haber realidades con estructuras matemáticas diferentes y por tanto con leyes físicas completamente exóticas? En todos los tipos de multiversos anteriores se cumplen las leyes matemáticas que todos conocemos, pero ¿y si existieran niveles de realidad aún mayores donde existieran estructuras matemáticas diferentes?

La idea rescata en cierto modo el pensamiento platónico, según el cual la realidad no es más que una copia imperfecta del mundo de las ideas. Trata de explicar el porqué, hasta donde sabemos, la existencia responde a unas leyes matemáticas determinadas.

Universo paralelo

Todas estas ideas cosmológicas están en constante cambio y podrían ser acertadas o erróneas, pero sin duda estimulan nuestra curiosidad y nuestra capacidad de asombro.

El protagonista de nuestra historia encontró la forma de filtrar su consciencia a través del multiverso hasta perderse en esas otras realidades. Os invito a navegar junto a él a través de uno de estos universos posibles. Porque, independientemente de los indicios que nos ofrece la ciencia, siempre podremos ir más allá, dejar volar nuestra imaginación y pensar que quizás nuestros libros y películas podrían ser ventanas a otras realidades. Como indica Urcos Odan:

«Todas las historias, imágenes, sonidos que te puedas “inventar” y todas sus variantes no son más que ojeadas a otros universos; incluso si son absurdas o carentes de lógica, ya que tanto las leyes naturales como las de la lógica podrían variar de un universo a otro. Los artistas no son creadores, solo son más receptivos a esta forma de energía. Todo el multiverso es un gran “plagio” de sí mismo: toda configuración de información posible se encuentra ya en alguna parte, con infinitas copias, filtrándose de un lado para otro.» 

El Navegante de la Eternidad