lunes, 18 de enero de 2016

Consciencia y Agujeros de Gusano

Consciencia, Agujeros de gusano, universos paralelos, psicones, multiverso, sueños lúcidos, espuma cuántica, puentes de Einstein-Rosen

     En un artículo anterior ya traté sobre la posibilidad de la existencia del multiverso y de su base teórica en la física. En esta entrada voy a especular sobre la remota posibilidad de los viajes de la conciencia a través del multiverso.

    En el primer capítulo de El Navegante de la Eternidad se ofrece de forma somera una posible explicación a la naturaleza del Navegante y a sus capacidades: se trata de una conciencia que viaja sin control a través el multiverso, filtrándose por minúsculos agujeros de gusano que supuestamente plagan el microcosmos cuántico, lo cual le ha permitido conocer no solo el mundo en el que se desarrolla la mayor parte de la acción, sino infinidad de mundos diferentes.

    LA HIPÓTESIS DE LA CONSCIENCIA

    La hipótesis de la consciencia en la que se basa la novela es una elucubración que, al menos en la actualidad, tiene que ver más con la filosofía que con la ciencia: la consciencia se mueve a través de unas misteriosas partículas que conforman un campo que permea todo el multiverso.

    En el relato Cronoinmensidad, incluido en la antología Susurros de otros Mundos utilicé también esta hipótesis para explicar determinadas capacidades de la máquina del tiempo del protagonista, solo que en esta ocasión las partículas son nombradas como psicones, en este relato hay un párrafo que explica a grandes rasgos el comportamiento de este supuesto campo de partículas:

“Lo que hacía especial a este campo de partículas es que su existencia no estaba ligada a las dimensiones espacio-temporales que percibimos, sino que impregnaba a todo un hiperespacio de múltiples dimensiones. La consecuencia de esto es que la difusión de estas partículas es completamente ajena al espacio-tiempo, lo que permite que mediante ellas la mente del piloto pueda controlar la máquina, aunque esta se encuentre en una galaxia lejana o a eones de tiempo.”
Fragmento de Cronoinmensidad (Susurros de otros Mundos)

    Casi toda la base teórica del viaje de la conciencia queda resumida en buena parte en las palabras de Urcos Odan

“...el descubrimiento más importante fue que aquella forma de energía pasaba a través de los micro-agujeros de gusano sin perder su estructura. En parte porque toda aquella información no se encontraba en las tres dimensiones espaciales conocidas, sino que se almacenaba en un hiperespacio de múltiples dimensiones, lo cual hacía que la capacidad de memoria de una conciencia separada fuera ilimitada. Aquellos seres decidieron utilizar estos descubrimientos para viajar rompiendo su última frontera conocida. Se buscó un voluntario, al que llamaron ‘el navegante’, que se sometió al proceso de separación de conciencia”

    Según Urcos Odan estas partículas no solo son las responsables de la conciencia, sino que portan información que impregna todo el multiverso “llevando información de una conciencia a otra, provocando sueños y creaciones artísticas de distinta índole” haciendo de “todo el multiverso (…) un gran ‘plagio’ de sí mismo”

    En otra ocasión escribiré un artículo sobre el tema de la conciencia, pero esta vez toca tratar sobre los supuestos "poros" del microcosmos, esos que la conciencia del Navegante utiliza para viajar. Hablamos de los hipotéticos agujeros de gusano que plagarían el tejido del espacio-tiempo, la llamada espuma cuántica, a niveles muy pequeños.

    LOS AGUJEROS DE GUSANO

    Los agujeros de gusano, también conocidos como puentes de Einstein-Rosen, hoy por hoy son construcciones hipotéticas, aunque tienen una base matemática más o menos sólida, al contrario que los psicones del campo de conciencia, que son meras elucubraciones sin base física de ningún tipo.

    Se trata de atajos, túneles que atravesarían el hiperespacio, conectando distintos puntos del espacio-tiempo y permitiéndonos, en el caso de que un viajero pudiera pasar a través de ellos, cosas tan increíbles como atravesar distancias astronómicas, viajar en el tiempo e incluso llegar a otros universos.

    Hasta la fecha no se ha hallado ninguna evidencia de agujeros de gusano en el espacio-tiempo conocido, por lo que son solo una posibilidad teórica.

    ¿Sería posible construirlos? Sobre este tema hay numerosos artículos en la red, pongo los enlaces a algunos de los que he encontrado más interesantes:

    https://librodenotas.com/cienciasyletras/19288/el-viaje-en-el-tiempo-agujeros-de-gusano-y-espuma-cuantica



    Ahora bien, los agujeros de gusano de los que se habla en El Navegante de la Eternidad no serían construcciones de ninguna civilización, sino que formarían parte de la naturaleza y supuestamente estarían por todas partes, en la espuma cuántica, solo que serían tan pequeños que casi nada podría pasar a través de ellos.

    La espuma cuántica sería la base de la estructura del universo, pero el término también se refiere a las turbulencias del espacio-tiempo subatómico, que suceden a escalas extremadamente pequeñas. A estas escalas no existe el vacío: las partículas y la energía existen brevemente y se autoaniquilan, se puede decir que aparecen de la nada con su opuesto y desaparecen en la nada fusionándose con dicho opuesto. Esto crearía unas fluctuaciones que a pequeñas escalas darían al espacio-tiempo un aspecto espumoso y agitado. Según algunos físicos sería una especie de mar turbulento en el que se formarían continuamente agujeros de gusano que podrían conectar con universos paralelos.

    Tal vez algún día la ciencia encuentre las respuestas definitivas a estas cuestiones y dejen de estar en los territorios de las hipótesis y de las especulaciones. De momento nos conformaremos con soñar, aunque ¿quién sabe? Tal vez al soñar estemos, sin saberlo, atravesando o asomándonos a estos pequeños túneles.